15 de febrero de 2016 (ICF)
Por W. Luis Mochán
El jueves 11 de febrero se anunció la detección de ondas gravitacionales producidas por la colisión de dos agujeros negros con masas decenas de veces más grandes que la del sol. Para lograr esto, se midieron las deformaciones del espacio mismo con una precisión enorme, solo lograda con instrumentos que miden miles de metros de extensión pero pueden medir distancias mucho más pequeñas que el tamaño de un núcleo atómico. Esta noticia marca el inicio en una nueva etapa en la exploración del cosmos. En la Academia de Ciencias de Morelos hemos hecho un esfuerzo por divulgar y explicar de manera oportuna estos importantes resultados y es por ello que hoy publicamos de forma extraordinaria este artículo. Agustín López Munguía.
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