29 de junio de 2016 (IER)
Por Jesús Antonio del Río Portilla
Es totalmente inconcebible que se enfrenten cuerpos policiacos armados con herramientas letales contra la población civil, es inadmisible que cuando grupos de choque actúan en manifestaciones legítimas no sean controlados por los cuerpos de seguridad. Claramente entre estos grupos que pretenden provocar acciones de represión, se pueden unir personas que están hartas de intentar conseguir mejores condiciones de vida; pero a pesar de sus esfuerzos ven cada vez más lejos lo que algunos medios masivos les inculcan como muestras de los logros de las personas.
La represión en Nochixtlán, Oaxaca, es un hecho que no debe ser permitido y debe haber justicia; pero esto último, justicia, es lo que parece más lejana en muchas comunidades mexicanas.
Ante los actos de barbarie o denigración de las personas que hemos visto a lo largo de la historia reciente, debemos reflexionar y buscar las causas para atacarlas y erradicarlas. Por supuesto que la flagrante desigualdad en la que nos encontramos en nuestro país es una de esas causas. La ignorancia y falta de información son otros aspectos a considerar.
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