13 de febrero de 2017 (IBt)
Dr. Enrique Reynaud Garza
Imagínense un mundo en el que el sufrimiento es opcional. Un mundo donde los huevos, las fresas, los cacahuates y los camarones no le causan alergias a nadie; no hay mosquitos que transmitan Malaria, Dengue, Zika o Chikungunya; donde las abejas no se están muriendo y no son africanizadas; en este mundo nuevos mamuts viven felices en los bosques de Siberia y el norte de Canadá; hay hay vacunas y proteínas terapéuticas que se ordeñan directamente de la vaca. Hagan un esfuerzo conmigo y sigan imaginando un mundo en el que se pueden curar y posiblemente erradicar las enfermedades genéticas de los humanos y de los animales; donde no hay fibrosis quística, fenilcetonuria, enfermedad de Tay-Sachs o Huntington; un mundo donde ningún perro tiene displasia de cadera. Imagínense que no haya escases de órganos para trasplante porque los cochinitos son modificados genéticamente para que sus órganos sean compatibles con todos nosotros (personalmente, a mí no me importaría tener un corazón de puerco).
Bueno, la verdad es que ya no se lo tienen que imaginar, este mundo ya está aquí, o mejor dicho, las herramientas para hacer un mundo así ya están aquí, ahora tenemos que pensar cómo implementarlo…
En el año 2012, Jennifer Doudna de la Universidad de California, Berkeley y Emmanuelle Charpentier quien es ahora investigadora del Instituto Max Plank de Biología de las Infecciones en Berlín, publicaron un artículo en el que demostraban que la enzima bacteriana Cas9 podía ser programada para editar el material genético cambiando la secuencia de ARN asociada a ella para que cortara sitios específicos en ADN, estableciendo las bases teóricas y moleculares del sistema CRISPR–Cas9. En el 2013 Feng Zhang de Harvard y el MIT publicó otro artículo donde demostraba que el sistema CRISPR–Cas9 funcionaba en células de mamífero. A partir de ese momento una oleada extraordinaria de artículos científicos ha demostrado que CRISPR–Cas9 se puede utilizar para modificar el genoma de prácticamente cualquier célula, lo que incluye a bacterias, animales, vegetales y hongos, incluida la línea germinal de todos ellos, lo que permite crear linajes de cualquier organismo, incluso humanos, genéticamente modificados. La era de la ingeniería genética y la terapia génica acaba de llegar a su plenitud.