Virus y murciélagos: una relación peligrosa

Por Jueves 7 de abril, 2016.

muricelago

  4 de abril de 2016 (CCG) Por: Miguel Ángel Cevallos Los murciélagos son los únicos mamíferos capaces de volar y en ello no hay gran noticia. Lo que sí es novedad es el descubrimiento de que es precisamente esta característica lo que los convierte en el reservorio de virus más importante del reino animal, algunos […]

 

4 de abril de 2016 (CCG)

Por: Miguel Ángel Cevallos

Los murciélagos son los únicos mamíferos capaces de volar y en ello no hay gran noticia. Lo que sí es novedad es el descubrimiento de que es precisamente esta característica lo que los convierte en el reservorio de virus más importante del reino animal, algunos de ellos letales tanto para nosotros, como para nuestras mascotas o nuestros animales de granja.

Los murciélagos pueden volar debido a que sus manos, en algún momento de su evolución, se modificaron de tal modo que se convirtieron en alas. Por esta razón a este grupo de animales se les clasifica dentro del orden Chiroptera nombre que en griego significa literalmente: mano-ala.

Existen más de 1300 especies de quirópteros, como también se les conoce a estas aladas criaturas. A estos animales se les puede encontrar a lo largo y ancho de nuestro planeta, excepto en los lugares muy fríos, y en alguna que otra isla remota. En general, suelen vivir reunidos en colonias de diversos tamaños y algunas pueden estar formadas por millones de individuos. Muchas especies de quirópteros tienen hábitos migratorios y pueden recorrer miles de kilómetros durante sus periplos anuales. Los murciélagos desempeñan un papel ecológico fundamental ya que polinizan y dispersan las semillas de muchas especies de plantas, incluyendo al mexicanísimo agave y el café.  Además, dado que la mayor parte de ellos son insectívoros, nos hacen un gran favor comiéndose a muchos de los insectos que son plagas que pueden deteriorar gravemente nuestros cultivos o incluso acabar con ellos. No todo es como nos imaginamos de la lectura de Nosferatu el vampiro (1922) de Murnau o Drácula (1897) de Brom Stoker.

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