Historia y uso de los antibióticos

Por Miércoles 7 de diciembre, 2016.

nano

Carlos Peña nos habla del uso de nuevas alternativas para enfrentar a los microorganismos infecciosos: uso de nano-partículas de oro como agentes preventivos.

7 de diciembre de 2016 (IBt)

Dr. Carlos F. Peña Malacara

 

Historia y uso de los antibióticos

 

Sin duda, en algún momento de nuestra vida hemos utilizado algún tipo de antibiótico, ya sea oral o sistémico, para ayudar a nuestro cuerpo a enfrentar las infecciones provocadas por microorganismos patógenos. A partir del descubrimiento de la penicilina en 1928, por el científico británico Alexander Fleming, se han venido diseñando una gran cantidad de nuevos antibióticos cada vez más específicos y potentes que la penicilina, la cual originalmente fue utilizada durante la Segunda Guerra Mundial para tratar a los soldados de infecciones sufridas por heridas en el campo de batalla y neumonía. Los antibióticos constituyen una clase especial de agentes químico-terapéuticos que se distinguen por el hecho de que son sustancias producidas a gran escala principalmente mediante el uso de cultivos microbianos.

 

En las últimas décadas, muchos antibióticos se han modificado químicamente para ampliar su eficacia contra diversas enfermedades infecciosas, se dice que son antibióticos semi-sintéticos. Existen antibióticos conocidos como de “amplio espectro”, denominados así porque actúan sobre un amplio grupo de organismos infecciosos, a diferencia de los conocidos como de “espectro reducido” que son específicos contra cierto grupo de microrganismos y de gran valor para el control de infecciones microbianas que no responden a otros antibióticos.

 

Los laboratorios farmacéuticos han descubierto una gran cantidad de antibióticos, aunque menos del 1 % han alcanzado un valor práctico en medicina. No obstante, en la actualidad el interés de la industria farmacéutica por la producción industrial de nuevos antibióticos ha decrecido. Por ejemplo, en 1998 había en el mercado mundial 20 nuevos antibióticos, principalmente producidos por hongos filamentosos y actinomicetos. Sin embargo, a pesar del aumento en el número de aislamientos de microorganismos resistentes, entre 2000 y 2012 el desarrollo y aprobación de nuevos antibióticos por las agencias oficiales de Estados Unidos como la FDA (por sus siglas en inglés: Food and Drug Administration) y la EMA de la Unión Europea (European Medicines Agency) se limitó a 7 nuevos antibioticos, 4 moléculas nuevas por la FDA y 3 por la EMA. Al mismo tiempo, compañías como Abbot, Merck y Roche han abandonado el campo del desarrollo de nuevos antibióticos y actualmente sólo 5 laboratorios importantes se dedican a su búsqueda: Astra-Seneca, GlaxoSmithKline, Novartis, Sanofi-Aventis y Schering-Plough. Las razones por las cuales la industria farmacéutica ha dejado de interesarse en el desarrollo de nuevos antibióticos son de naturaleza estrictamente económica, y principalmente se debe a la baja rentabilidad de la inversión en este campo. El costo promedio de desarrollo de un nuevo antibiótico se calcula entre 1500-2000 millones dólares, siendo más rentable desarrollar otros medicamentos.

 

A pesar de esta situación, en la actualidad los médicos pueden seguir eligiendo entre docenas de antibióticos existentes en el mercado, recetándolos en grandes cantidades. Tan sólo en Estados Unidos, cada año se prescriben por lo menos 150 millones de recetas médicas para antibióticos, muchas de ellas para niños.

Para seguir leyendo:

AcMor